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Defusión Cognitiva: Liberándonos del poder de los pensamientos negativos

En el campo de la psicología, la defusión cognitiva ha surgido como una técnica efectiva para lidiar con los pensamientos negativos y limitantes que a menudo nos causan estrés y malestar emocional. A través de la defusión cognitiva, aprendemos a separarnos de nuestros pensamientos y a verlos como eventos mentales transitorios, en lugar de identificarnos completamente con ellos. En este artículo, exploraremos qué es la defusión cognitiva, cómo funciona y cómo puede beneficiarnos en nuestra vida diaria.

¿Qué es la defusión cognitiva?

La defusión cognitiva es una técnica basada en la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT, por sus siglas en inglés) que nos ayuda a cambiar nuestra relación con los pensamientos negativos y autocríticos. En lugar de tratar de eliminarlos o luchar contra ellos, nos enseña a observarlos y aceptarlos sin identificarnos completamente con ellos.

El proceso de defusión cognitiva

a) Observar los pensamientos: El primer paso en la defusión cognitiva es darse cuenta de los pensamientos negativos que surgen en nuestra mente. Nos volvemos conscientes de ellos sin juzgarlos o involucrarnos emocionalmente de inmediato.

b) Desidentificarse de los pensamientos: Reconocemos que los pensamientos son solo eventos mentales y no necesariamente representan la realidad. Nos distanciamos de ellos y evitamos fusionarnos con su contenido.

c) Ver los pensamientos como pensamientos: Comprendemos que los pensamientos son solo palabras o imágenes en nuestra mente y que no tienen el poder absoluto de definir quiénes somos. Los vemos como eventos pasajeros.

d) Cultivar una actitud de curiosidad: Adoptamos una actitud de curiosidad y exploración hacia nuestros pensamientos, en lugar de reaccionar automáticamente ante ellos. Nos preguntamos si los pensamientos son útiles o nos están limitando.

e) Elegir una respuesta consciente: En lugar de reaccionar automáticamente a los pensamientos, elegimos conscientemente una respuesta basada en nuestros valores y metas. Tomamos decisiones más alineadas con lo que queremos en nuestra vida.

Beneficios de la defusión cognitiva

a) Reducción del estrés: Al practicar la defusión cognitiva, reducimos la identificación con los pensamientos negativos y autocríticos, lo que nos permite experimentar menos estrés y malestar emocional.

b) Mayor flexibilidad mental: Al aprender a ver los pensamientos como eventos mentales transitorios, ganamos una mayor flexibilidad para enfrentar los desafíos y adaptarnos a las circunstancias cambiantes.

c) Mejora en la toma de decisiones: Al desvincularnos de los pensamientos automáticos y examinar su utilidad, podemos tomar decisiones más conscientes y alineadas con nuestros valores y objetivos.

Incorporando la defusión en nuestra vida diaria

Practicar la atención plena: La atención plena nos ayuda a estar presentes en el momento presente y a observar nuestros pensamientos sin juicio. Dedica unos minutos al día para practicar la atención plena a través de la meditación o simplemente prestando atención a tus pensamientos mientras realizas tareas cotidianas.

Etiquetar tus pensamientos: Cuando notes que surgen pensamientos negativos o autocríticos, etiquétalos como «pensamiento» o «historia». Reconoce que son solo eventos mentales y no necesariamente verdades absolutas.

Utilizar metáforas o juegos de palabras: Cambiar la forma en que nos referimos a nuestros pensamientos puede ayudarnos a desvincularnos de ellos. Por ejemplo, puedes imaginar tus pensamientos como hojas flotando en un río o como nubes pasando por el cielo.

Repetir los pensamientos de manera humorística: Repetir los pensamientos negativos de manera exagerada y ridícula puede ayudarnos a desafiar su poder. Por ejemplo, si tienes el pensamiento «Soy un fracaso», puedes repetirlo en tono de broma diciendo: «¡Sí, claro, soy el peor ser humano que ha existido!».

Practicar la autocompasión: Cultiva una actitud compasiva hacia ti mismo y tus pensamientos. Recuerda que todos tenemos pensamientos negativos en algún momento, y eso no nos define como personas. Trátate con amabilidad y aceptación.

Utilizar técnicas de distracción: Cuando te encuentres atrapado en pensamientos negativos, distrae tu mente con actividades que te gusten. Puedes leer un libro, escuchar música, salir a dar un paseo o hablar con un amigo. La idea es alejar tu atención de los pensamientos negativos.

Buscar apoyo profesional: Si sientes que la defusión cognitiva no es suficiente para manejar tus pensamientos negativos, considera buscar la ayuda de un profesional de la salud mental. Un psicólogo o terapeuta puede guiarte en el proceso y ofrecerte estrategias adicionales para trabajar en la defusión cognitiva.

Recuerda que la práctica de la defusión cognitiva lleva tiempo y paciencia. No se trata de eliminar por completo los pensamientos negativos, sino de cambiar nuestra relación con ellos. A medida que integres estas técnicas en tu vida diaria, estarás en el camino de liberarte del poder de los pensamientos negativos y vivir una vida más plena y significativa.