Dirección

C. Vitoria, 6, local C, 28941, Fuenlabrada

Horario:

13:00pm – 21:00pm (Lunes-Viernes) 

Número de teléfono
641 17 78 72 – 679 06 84 23

El trastorno obsesivo compulsivo: Entre la mente y el comportamiento

Introducción

El Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) es una condición psicológica que afecta a millones de personas en todo el mundo. En esta entrada, exploraremos en profundidad este trastorno, sus características, causas y posibles enfoques terapéuticos. El TOC se presenta como una condición compleja en la que pensamientos obsesivos invaden la mente del individuo, generando ansiedad significativa, y para reducir esta ansiedad, el individuo lleva a cabo comportamientos compulsivos que temporalmente alivian la incomodidad, pero que a largo plazo pueden dificultar su vida cotidiana y sus relaciones interpersonales.

Definición y características del TOC

El TOC se caracteriza por pensamientos obsesivos recurrentes y comportamientos compulsivos que pueden afectar significativamente la vida cotidiana de quienes lo padecen.

  • Estas obsesiones son ideas, imágenes o impulsos intrusivos que se repiten una y otra vez en la mente del individuo, provocando una sensación de ansiedad intensa. Estos pensamientos pueden estar relacionados con temas como contaminación, dudas, miedo a hacer daño a otros o a sí mismo, entre otros.
  • Las compulsiones, por otro lado, son acciones o rituales repetitivos que el individuo realiza en respuesta a las obsesiones con el fin de intentar neutralizar o reducir la ansiedad generalizada. Estos comportamientos compulsivos, aunque inicialmente proporcionan alivio, se convierten en un círculo vicioso que refuerza las obsesiones manteniendo así el trastorno.

Existen diferentes tipos de obsesiones y compulsiones, he aquí las más frecuentes:

  1. Contaminación: Las personas con este tipo de obsesiones pueden temer  tocar objetos “contaminados” o estar en entornos sucios les cause enfermedades o daños. Esto puede llevar a lavados compulsivos de menos y evitar lugares públicos.
  1. Daño:  las obsesiones de daño implican temores recurrentes e intensos de que uno mismo o los demás puedan sufrir daños. Esto puede generar situaciones o tomar precauciones extremas para prevenir accidentes o tragedias.
  1. Simetría y orden: Personas con esta obsesión sienten una necesidad incontrolable de que las cosas estén dispuestas simétricamente o en un orden específico. Esto puede llevar a ajustar constantemente la posición de los objetos o sentirse angustiado si algo no sigue la estructura deseada.
  1. Duda:  Este tipo de obsesión implica dudar repetidamente de haber realizado una acción correctamente, incluso después de haberlo verificado múltiples veces . Pueden surgir preguntas como “¿cerré la puerta con llave? o “¿apagué el horno?”.
  1. Religión o moral:  Aquí, las obsesiones giran en torno a cuestiones religiosas o morales. Las personas pueden experimentar un miedo abrumador a haber cometido pecados o blasfemias, lo que les lleva a realizar rituales o compulsiones para aliviar la culpa.
  1. Perder algo:  Las personas con este tipo de obsesión tienen un temor constante a perder objetos importantes o valiosos, lo que puede provocar la necesidad de verificar repetidamente si los tienen consigo.

Tipo de compulsiones:

  1. Limpieza compulsiva: Las compulsiones de limpieza implican lavar repetidamente las manos, los objetos o incluso limpiar el entorno para reducir la ansiedad relacionada con la contaminación o los gérmenes.
  1. Comprobación compulsiva: Aquí, las personas sienten una necesidad imperiosa de comprobar constantemente puertas, ventanas, electrodomésticos u otros objetos para asegurarse de que estén cerrados o apagados. Esto puede llevar a un ciclo sin fin de verificaciones.
  1. Conteo compulsivo:  Las compulsiones de conteo involucra contar objetos, pasos o realizar acciones en un patrón específico. Esto puede realizarse para prevenir peligros imaginarios o para calmar la ansiedad.
  1. Repetición compulsiva: En este tipo de compulsión, las personas repiten ciertas acciones o rituales una y otra vez hasta que sienten que están realizados de manera “correcta”. Esto puede ser tanto una respuesta a obsesiones como una forma de evitar consecuencias negativas.
  1. Compulsiones mentales:  Estas compulsiones son acciones mentales repetitivas, como repetir ciertas palabras, frases o imágenes en la mente. Las personas pueden realizar estos rituales mentales para reducir la ansiedad o neutralizar pensamientos obsesivos.
  1. Evitación compulsiva: La evitación implica evitar situaciones, lugares o personas que desencadenan obsesiones y aumenten la ansiedad. Aunque esto proporciona un alivio temporal, puede limitar la vida cotidiana y perpetuar el ciclo del TOC.

Factores causales del TOC

Si bien las causas exactas del TOC aún no se comprenden completamente, se ha observado que existen varios factores que pueden contribuir a su desarrollo.

Estudios han demostrado que hay una predisposición genética en algunos casos, lo que significa que tener familiares con TOC puede aumentar el riesgo de padecerlo. Además, se ha encontrado que ciertos desequilibrios neuroquímicos, como el déficit de serotonina en el cerebro, podrían estar relacionados con el trastorno, ya que esta sustancia química desempeña un papel importante en la regulación del estado de ánimo y la ansiedad.

Además, algunos investigadores sugieren que experiencias traumáticas o eventos estresantes pueden desencadenar o contribuir al desarrollo del TOC en personas genéticamente susceptibles.

Impacto en la vida diaria

El TOC puede afectar significativamente la vida diaria de quienes lo padecen. Las obsesiones y compulsiones pueden ocupar una gran cantidad de tiempo y energía, lo que puede interferir con las responsabilidades laborales, académicas y sociales. Por ejemplo, un individuo con obsesiones relacionadas con el miedo a la contaminación puede pasar largos periodos lavando sus manos repetidamente hasta sentir que están completamente limpias. Esto puede llevar a retrasos en las actividades diarias y causar malestar significativo.  Las relaciones interpersonales también pueden verse afectadas, ya que el comportamiento obsesivo compulsivo puede ser difícil de comprender para aquellos que no padecen la condición. El aislamiento social y la vergüenza asociada con el TOC también son comunes, lo que puede dificultar aún más la búsqueda de ayuda y apoyo.

Diagnostico y tratamiento

El diagnóstico del TOC implica una evaluación minuciosa de los síntomas y la historia clínica del individuo. Es importante descartar otras condiciones médicas o psicológicas que puedan presentar síntomas similares. Un diagnóstico preciso es esencial para un enfoque terapéutico efectivo.

El tratamiento del TOC puede incluir terapias cognitivo-conductuales y/o terapias farmacológicas.

  • La terapia cognitivo-conductual, especialmente la terapia de exposición y prevención de respuesta (ERP), es uno de los tratamientos más eficaces para el TOC.

A través de la exposición se expone al individuo a las situaciones que desencadenan sus obsesiones y, al mismo tiempo, evitar llevar a cabo las compulsiones. Y repitiendo este proceso, el individuo aprende a enfrentar su ansiedad y reducir gradualmente la necesidad de realizar las compulsiones.

Mitos y estigmatización

El TOC ha sido objeto de numerosos mitos y malentendidos en la sociedad. Algunas personas pueden pensar que el TOC es simplemente ser muy perfeccionista o tener manías peculiares, sin comprender la gravedad y el impacto que puede tener en la vida del individuo. Es importante educar a la sociedad sobre el TOC para fomentar la comprensión y empatía hacia quienes lo padecen. Al hablar abiertamente sobre el TOC y desafiar los estigmas asociados, podemos promover un entorno más compasivo y solidario para aquellos que enfrentan este desafío.

Desde el centro Expresat ayudamos todos los temas relacionados con la logopedia y psicología infantil en Fuenlabarada. Llámanos y te asesoraremos.