Por lo general la Navidad es una fecha que se recibe con muchas ganas e ilusión. Sin embargo, para muchas personas genera tristeza y nostalgia. Es una época del año muy familiar y de reencuentros, dónde se viven momentos que pueden ser especialmente duros para personas que están pasando por un duelo.
En este blog tratamos de dar algunas recomendaciones y consejos para ayudar a gestionar estos duros momentos a todos aquellos que lo necesiten.
Es preciso aclarar que no existen formas de afrontamientos universales, sino que son posibles cambios que van a ayudar mucho a gestionar el duelo de manera efectiva. Dependerá de factores internos de cada persona e, incluso, factores externos, como en qué momento se encuentre del duelo.
El primer paso es ser honesto y respetuoso con uno mismo. Piensa qué quieres hacer y qué es lo que necesitas. Déjate de convencionalismos y se sinceró contigo mismo y toma la mejor decisión con libertad.
Consejos para ayudar a gestionar el Duelo en Navidad
- Expresar abiertamente: crear un ambiente donde se facilite la expresión emocional de cada uno, de cómo se quiere celebrar la Navidad.. Habla con los tuyos de cómo te sientes de forma serena.
- Ser comprensivo con uno mismo: Permitirse sentir la tristeza, la rabia o la culpa ante la perdida, así como llorar cuando lo necesites. Negar u ocultar como te sientes solo te añadirá sufrimiento.
- Poder elegir con libertad: respetar el deseo de cada uno de no celebrar la Navidad, eliminando así el sentimiento de culpa.
- Anticipar y planificar las celebraciones: reúnete con tiempo con las personas con las que vas a compartir la Navidad y expresar cuáles son tus expectativas y en qué punto te encuentras.
- Simbolizar a la persona ausente: introducir algún objeto (vela, canción, fotografía…) que recuerde a esa persona. De esta manera permite compartir sentimientos de tristeza entre la familia o allegados.
Esta situación puede generar, a priori, malestar, pero lejos de crear más dolor, nos va a proporcionar consuelo y favorecer los sentimientos de apoyo, seguridad y cercanía.
La ausencia del recuerdo junto con la represión emocional puede llegar a interferir en el manejo del duelo.
- Evita el aislamiento: siempre es recomendable el apoyo y la cercanía de las personas más allegadas.
Es importante destacar que el paso del tiempo es importante para la elaboración del duelo, pero no garantiza la “cura”. La expresión emocional, la aceptación, la despedida o el apoyo de los más allegados son elementos imprescindibles para el desarrollo del duelo.
Cuando este problema se mantiene de forma prolongada o empieza a generar mucho malestar y a interferir en diferentes aspectos de la vida, es recomendable pedir ayuda psicológica.
El duelo con niños
En ocasiones se tiende a celebrar la primera Navidad como si nada hubiera sucedido. Esto no es sólo muy complicado, sino que es poco saludable.
Los niños también experimentan una profunda tristeza y necesitan elaborarlo, igual que los adultos.
Por otro lado, no celebrar nada puede resultar incomprensible y más triste para el niño, por lo que lo más recomendable es tener una conversación (adaptada al nivel madurativo) con el niño y explicarle los posibles cambios que va a tener este año la Navidad, dejando un momento para todas las preguntas que le puedan surgir.
Se debería generar también un espacio donde todos expresen como se sienten, donde los adultos sean un modelo y compartan con los más pequeños como se sienten.
Por último, cabe destacar que, en ocasiones, el niño expresa sentimientos relacionados con el duelo en el juego o en conversaciones sobre el colegio o vivencias pasadas. Escucharlas y analizarlas pueden servir de mucha ayuda para guiarles en este proceso y entender sus emociones.
Al igual que en los adultos, los niños pueden necesitar de ayuda de psicología para poder afrontar el duelo y que les influya lo menos posible en su día a día.
En ExpresaT contamos con psicólogas especializadas tanto en población adulta como infantil para afrontar el sufrimiento y dolor que puedan estar presentándose en los distintos momentos de la vida.
