Dirección

C. Vitoria, 6, local C, 28941, Fuenlabrada

Horario:

13:00pm – 21:00pm (Lunes-Viernes) 

Número de teléfono
641 17 78 72 – 679 06 84 23

Síndrome de asperger: Qué es

El síndrome de Asperger se sitúa dentro del espectro autista, representando una condición compleja que involucra una alteración neurobiológica fundamental. Este trastorno del desarrollo se manifiesta en patrones particulares de comportamiento y, de manera distintiva, afecta el procesamiento de la información en quienes lo experimentan.

Desde una perspectiva neurobiológica, el síndrome de Asperger implica diferencias en la estructura y función del cerebro. Estudios han sugerido que ciertas regiones cerebrales, especialmente aquellas relacionadas con la socialización y la comunicación, pueden presentar variaciones significativas en comparación con individuos neurotípicos.

El procesamiento de la información es un aspecto central afectado por estas diferencias neurobiológicas. Las personas con Asperger pueden enfrentar desafíos en la interpretación de señales sociales, expresión y comprensión de emociones, así como en la navegación de normas sociales implícitas. Aunque las habilidades verbales pueden ser notables, la comunicación no verbal y la reciprocidad social a menudo requieren un enfoque más consciente y directo.

Este síndrome también se caracteriza por la presencia de intereses específicos y profundos en áreas particulares. Estos pueden variar desde temas académicos hasta áreas técnicas, y la dedicación intensa a estos intereses es una de las manifestaciones distintivas.

Autismo y Síndrome de Asperger ¿Estamos hablando de lo mismo?


Lo cierto es que en este sentido el debate aún se mantiene. Algunos expertos abogan por clasificar el síndrome de Asperger como un trastorno independiente, mientras que otros se oponen a esta idea argumentando que tanto el Asperger como el autismo comparten las mismas dificultades fundamentales, diferenciándose solo en la forma en que estas se manifiestan. Actualmente, se sostiene que las similitudes predominantes entre el autismo y el síndrome de Asperger son suficientes para incluir ambos dentro de los trastornos del espectro autista y, por ende, en la categoría de trastornos del neurodesarrollo.

Las principales diferencias son:

AUTISMOASPERGER
Padres notan los primeros signos de alarma a partir de los 18 meses de edad.Los padres y tutores ven signos de alarma a partir de los 3 años.
Primeros signos de alarma, la ausencia del lenguaje.Primeros signos de alarma, problemas para sociabilizar y de conducta.
Diagnóstico antes de los 3 años.Se suele diagnosticar después de los 3 años, a veces en la edad adulta o no se diagnostican.
Coeficiente intelectual generalmente por debajo de la media.Coeficiente intelectual generalmente por encima de la media.
El lenguaje suele aparecer más tarde. Entre un 20% y un 10% no desarrollan el lenguaje.El lenguaje aparece como en el resto de los niños neurotípicos.
No muestran interés por las relaciones sociales.Muestran interés por las relaciones sociales.
Los niños con lenguaje tienen una gramática y un lenguaje más limitado.Nivel alto de lenguaje y gramática.
 A nivel motor y la coordinación suele ser buena.Suelen tener mala coordinación motora.

Características principales del síndrome de Asperger

El síndrome de Asperger se manifiesta a través de diversas características que impactan la forma en que las personas interactúan, se comunican y experimentan el mundo.

A continuación, se describen algunas de las características clave de este trastorno:

  1. Habilidades Verbales Avanzadas: Las personas con síndrome de Asperger suelen tener un desarrollo del lenguaje típicamente avanzado. Pueden tener un vocabulario extenso y habilidades gramaticales notables.
  2. Dificultades en la comunicación no verbal: Aunque el lenguaje verbal puede ser avanzado, las habilidades de comunicación no verbal, como el contacto visual y las expresiones faciales, pueden representar desafíos.
  3. Intereses específicos y rutinas: Tienden a desarrollar intereses intensos y específicos en áreas particulares, a veces al nivel de especialización. Además, la adherencia a rutinas preestablecidas es común.
  4. Desafíos en la Interacción social: Pueden experimentar dificultades para comprender las sutilezas de la interacción social, como las reglas no verbales y el intercambio emocional.
  5. Sensibilidad sensorial: Algunas personas con Asperger pueden tener una sensibilidad sensorial aumentada, lo que significa que ciertos estímulos, como luces brillantes o ruidos fuertes, pueden ser abrumadores.
  6. Falta de empatía social: Aunque no es universal, algunas personas con Asperger pueden tener dificultades para entender las emociones de los demás y responder de manera empática.
  7. Enfoque en la lógica y la razón: Tienden a destacarse en áreas que requieren pensamiento lógico y análisis detallado.

¿Cuáles son las principales causas del síndrome de Asperger?

La causa exacta del síndrome de Asperger aún no se comprende completamente. Se cree que es multifactorial, involucrando una combinación de factores genéticos y ambientales. Algunas de las posibles influencias incluyen:

  • Factores genéticos: Existe evidencia de que hay una predisposición genética para el síndrome de Asperger. Antecedentes familiares de trastornos del espectro autista (TEA) pueden aumentar la probabilidad de desarrollar la condición.
  • Alteraciones Neurobiológicas: Se han observado diferencias en la estructura y función del cerebro en personas con síndrome de Asperger. Estas diferencias pueden afectar el procesamiento de la información y las habilidades sociales.
  • Factores ambientales: Aunque no se ha identificado un factor ambiental específico, algunos estudios sugieren que ciertos eventos durante el desarrollo prenatal o en los primeros años de vida podrían contribuir al desarrollo del síndrome de Asperger.
  • Complicaciones obstétricas: Algunas investigaciones han explorado la relación entre complicaciones durante el parto y el riesgo de TEA, aunque los resultados no son concluyentes.

Es importante destacar que el síndrome de Asperger y otros trastornos del espectro autista (TEA) son condiciones neuropsiquiátricas complejas, y la interacción entre múltiples factores sigue siendo objeto de investigación.

¿Cuál es su tratamiento?


El tratamiento del síndrome de Asperger es un enfoque multidisciplinario que aborda las áreas específicas de dificultad y promueve el desarrollo global de la persona. Aquí hay aspectos clave del tratamiento:

  • Intervenciones psicoeducativas: Programas estructurados que se centran en el desarrollo de habilidades sociales, emocionales y de comunicación. Estos programas suelen incluir entrenamiento en habilidades sociales y talleres específicos para abordar las dificultades típicas asociadas con el síndrome de Asperger.
  • Terapia del habla y lenguaje: Dirigida a mejorar la comunicación verbal y no verbal, así como a desarrollar habilidades pragmáticas del lenguaje. Puede incluir estrategias para interpretar y expresar emociones y mejorar la comunicación social.
  • Terapia ocupacional: Se centra en el desarrollo de habilidades motoras finas, coordinación y adaptación a diferentes entornos. Ayuda a abordar las sensibilidades sensoriales que pueden experimentar algunas personas con síndrome de Asperger.
  • Apoyo psicológico: Terapia individual o grupal para abordar problemas emocionales, ansiedad o depresión que pueden surgir. También puede incluir estrategias para manejar el estrés y las transiciones.
  • Adaptaciones en el entorno escolar: Implementación de ajustes y apoyos en el entorno educativo, como aulas con recursos, tiempos extendidos para tareas y estrategias para gestionar la interacción social en la escuela.
  • Entrenamiento en habilidades sociales: Programas específicos para desarrollar habilidades sociales y mejorar la comprensión de las sutilezas sociales y emocionales.
  • Involucramiento familiar: La colaboración con la familia es esencial para asegurar una implementación consistente de estrategias de apoyo y para abordar las necesidades individuales.

Es crucial adaptar el tratamiento a las necesidades específicas de cada persona, reconociendo y construyendo sobre sus fortalezas individuales. Además, el apoyo y la comprensión de la familia, educadores y la comunidad son elementos clave para el éxito del tratamiento.