¿Qué es el TDAH en la edad adulta?
En la población adulta el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) cursa con muchas similitudes con el TDAH en la población infantil. Se trata de un trastorno mental con una combinación de dificultades para prestar atención, con una conducta hiperactividad e impulsiva.
En TDAH en adultos afecta a un 2,5% de la población.
Este diagnóstico suele darse en la etapa escolar pero existen muchos casos en los que no se diagnostica hasta que la persona es adulta. No obstante, para dar este diagnóstico, los síntomas han tenido que aparecer en la infancia y continuar en la edad adulta.
El TDAH puede evolucionar de varias formas, en la edad adulta:
- Presentar sólo síntomas residuales
- Presenta limitación funcional pero bien adaptado
- Presencia de otros trastornos mentales o problemas añadidos (relaciones inestables, mal desempeño en el trabajo, baja autoestima…).
Síntomas de tdah en la edad adulta
Los síntomas de los adultos suelen tener algunas variaciones con un TDAH infantil. La hiperactividad con la edad suele disminuir.
Muchos de los adultos que lo padecen no saben que lo tienen, solo observan que determinadas tareas diarias les cuesta más que a otros personas.
En líneas generales, la persona adulta con TDAH suele ser muy desorganizada, olvidadiza, inicia muchas tareas pero no las finaliza y le suele costar gestionar el tiempo. A continuación, se detallan otros rasgos asociados a este trastorno en la población adulta:
Síntomas de INATENCIÓN en la edad adulta:
- Pierden objetos personales
- Dificultar para organizarse y planificarse
- Le cuesta mantener a atención en tareas
- Empieza proyectos o tareas sin leer o sin escuchar las instrucciones
- No siguen correctamente las instrucciones
- Problemas para realizar varias tareas a la vez
- Escasas habilidades para administrar el tiempo
Síntomas de HIPERACTIVIDAD /IMPULSIVIDAD en la edad adulta:
- Hablan mucho
- Dificultad para esperar su turno
- Interrumpen mucho en las conversaciones
- Se mueven constantemente cuando están sentados
- Toman decisiones impulsivamente
- Actividad excesiva o inquietud
- Baja tolerancia a la frustración
- Temperamento más irascible
Problemas asociados al TDAH
El diagnóstico de trastorno por déficit de atención e hiperactividad se da en muchas ocasiones junto con otro trastornos en más del 50% de los casos.
Los trastornos comórbidos más frecuente son el trastorno depresivo, antisocial de la personalidad o el consumo de sustancias. En menor frecuencia, se dan el trastorno por ataque de pánico o el trastorno obsesivo compulsivo.
TDAH y depresión
Los síntomas depresivos más frecuentes en personas con TDAH son la falta de autoestima, un estado de ánimo irritable o problemas de sueño.
Muchas de estas consecuencias emocionales son resultado de la ineficacia para su funcionamiento cotidiano, así como los comentarios que han recibido de su entorno a lo largo de su vida, y que actualmente siguen escuchando acerca de su funcionamiento diario en cada entorno en los que se desenvuelve.
Esta sintomatología suele darse con mayor frecuencia en mujeres.
TDAH y ansiedad
Las exigencias del entorno a las cuales no puede responder de manera eficaz hacen que aumente su estrés y ansiedad. Además, de su percepción negativa para verse competente a la hora de enfrentarse a problemas o a situaciones difíciles.
TDAH y abuso de sustancias
Las personas que padecen TDAH se inician antes en el consumo de sustancias. Esto puede explicarse por la impulsividad que presentan. Este abuso suele darse más en hombres que en mujeres.
Tratamiento
Debido al impacto que tiene este trastorno sobre las diferentes áreas de la vida del afectado y su familia, es necesaria una intervención multidisciplinar para atender todas las áreas afectadas.
- Tratamiento farmacológico: actualmente existen dos tipos de medicamentos para tratar el TDAH: los estimulantes y los no estimulantes. Ambos funcionan bien en estos casos, pero hay que valorar que son adecuados para cada caso, en función de la problemática, la edad del paciente, el grado de interferencia de sus dificultades, así como los síntomas que presenta en el momento actual.
- Tratamiento psicológico: tiene como objetivo evaluar los rasgos de personalidad, así como las características que le dificultan su desarrollo personal, social o emocional.
Algunas de las áreas que podemos trabajar son:
- Regulación emocional
- Dotar de estrategias para mantener la organización, la planificación y el orden.
- Reestructuración del ambiente
Se trabaja a través de la terapia cognitivo conductual que nos permite cambiar sus pensamientos por otros más positivos y eficaces. Además, se van instaurando cambios en su comportamiento con el objetivo de transformarlos por conductas más adaptativas.
- Grupos de apoyo: lugar donde se encuentra con otras personas afectadas para aprender estrategias de afrontamiento.
- Psicoeducación: Durante estas sesiones se va a poner nombre a su problema, informar al paciente de lo que le está pasando, enumerar todos los síntomas y aprender a identificarlos.
Esto les va a ayudar mucho porque la mayoría de los pacientes que han llegado a la edad adulta sin diagnosticar suelen vivir desde su infancia escuchando que son unos vagos, un desastre y que no son capaces de organizarse.
