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¿Qué es la disfagia?

El término de “Disfagia” se utiliza para describir la dificultad o incapacidad para tragar de manera adecuada. Se trata de un trastorno que afecta el proceso de deglución, el cual es crucial para llevar los alimentos y líquidos desde la boca hasta el estómago.

El término “disfagia” proviene del griego y literalmente significa “alteración/dificultad para tragar/comer”:

Disfagia = Alteración (dys) + Tragar (fagia)

Como se verá a lo largo del blog, las causas pueden ser desde diversas condiciones médicas, como enfermedades neuromusculares, obstrucciones en el esófago, lesiones en la cabeza o cuello, o efectos secundarios de ciertos medicamentos.

Se trata de un trastorno grave dado que afecta a la eficacia, eficiencia y calidad de la nutrición de la persona. Por tanto, cuando se está ante un caso de disfagia, es fundamental contactar con profesionales cualificados para realizar un correcto tratamiento que garantice que el momento de comer del paciente con disfagia se dé de forma segura, eficazmente y que le aporte al paciente la nutrición necesaria.

Además, en numerosas ocasiones se producen neumonías a causa de la introducción de alimento en los pulmones, lo que desencadena una infección respiratoria importante. Estas neumonías pueden ser leves y transitorias o pueden ser muy graves y conllevar consecuencias muy graves a quien lo padece.

Síntomas del paciente con disfagia

Como se ha mencionado anteriormente, la disfagia es un trastorno que afecta gravemente a la salud del paciente ya que se encuentra afectada la calidad de la nutrición. Por ello, si experimentas o conoces de alguien que padezca alguno de estos síntomas, es importante buscar atención médica para un diagnóstico preciso y un plan adecuado de tratamiento.

Síntomas más comunes de la disfagia incluyen:

  1. Dificultad para tragar: La persona puede sentir una sensación de obstrucción o bloqueo al intentar tragar alimentos sólidos o líquidos.
  2. Sensación de atragantamiento: Puede haber una sensación persistente de tener algo atascado en la garganta, lo que puede provocar tos o asfixia.
  3. Dolor al tragar: Algunas personas experimentan dolor o molestias al tragar, especialmente cuando se trata de alimentos sólidos o grandes cantidades.
  4. Pérdida de peso inexplicada: La dificultad para comer y beber puede llevar a una pérdida involuntaria de peso debido a la falta de ingesta adecuada.
  5. Regurgitación nasal: En casos más graves, los líquidos o alimentos pueden regresar por la nariz después del intento fallido de tragarlos correctamente.

Generalmente, cuando la persona experimenta alguno de los tres primeros síntomas, es común verle toser durante las comidas. La tos es un mecanismo de defensa que evita que el alimento se introduzca en las vías respiratorias, por lo que, si aparece en el momento de deglución o en los momentos de comida, implica que algún mecanismo está fallando.

No olvide consultar a un especialista médico en caso de sospechar que se padece de disfagia.

Causas de la disfagia

Las causas de la disfagia pueden variar y pueden estar relacionadas con diferentes condiciones médicas.

Una de las causas más comunes de la disfagia es el debilitamiento o daño en los músculos y nervios que controlan la deglución. Esto puede ocurrir como resultado de enfermedades neuromusculares, como el accidente cerebrovascular, la enfermedad de Parkinson o la esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Tambien se observan en casos de deterioro cognitivo y demencia avanzada, así como en enfermedades neurodegenerativas que impliquen afección en movilidad, sensibilidad y coordinación de movimientos.

Otras causas incluyen obstrucciones físicas en el tracto digestivo, como tumores, estrechamientos del esófago o hernias hiatales. También pueden contribuir factores como el reflujo gastroesofágico crónico, enfermedades autoinmunes que afectan al esófago y ciertos medicamentos que pueden causar irritación o inflamación en el tracto digestivo.

Es importante buscar atención médica si se experimenta dificultad para tragar de forma persistente. Un profesional médico podrá evaluar las posibles causas subyacentes y recomendar un plan de tratamiento adecuado para manejar la disfagia.

Tipos de disfagia

Existen diferentes tipos de disfagia, dependiendo de la parte del sistema digestivo afectado.

Disfagia orofaríngea:

Se produce cuando aparecen dificultades para tragar alimentos o líquidos en la boca y la faringe.

Se caracteriza por dificultad o dolor al tragar alimentos, líquidos o incluso saliva. Esta condición puede ser causada por diversas razones, como debilidad muscular en la boca y garganta, daño en los nervios que controlan el proceso de deglución o estructuras anormales en el tracto digestivo.

Es importante destacar que la disfagia orofaríngea no debe ser ignorada, ya que puede tener consecuencias graves para la salud y calidad de vida del individuo. Las personas con este trastorno pueden experimentar desnutrición, deshidratación e incluso neumonía aspirativa si los alimentos o líquidos ingresan a las vías respiratorias.

El diagnóstico y tratamiento adecuados son fundamentales para manejar la disfagia orofaríngea. Los profesionales de la salud, como médicos especialistas en gastroenterología y logopedas, pueden realizar pruebas y evaluaciones para determinar la causa subyacente del problema. Además, se pueden utilizar diferentes estrategias terapéuticas como ejercicios de fortalecimiento muscular, cambios en la consistencia de los alimentos o el uso de dispositivos especiales para facilitar la deglución.

Disfagia esofágica:

Este tipo de disfagia ocurre cuando hay dificultades para que los alimentos pasen a través del esófago hacia el estómago. Esto puede ser causado por estrechamiento del esófago debido a inflamación, tumores o cicatrices, acidez estomacal crónica o enfermedades como el reflujo gastroesofágico o debilidad en los músculos del esófago.

Los síntomas de la disfagia esofágica pueden incluir dolor o malestar al tragar, sensación de obstrucción en el pecho, regurgitación de alimentos no digeridos y pérdida de peso inexplicada. Es importante buscar atención médica si se experimentan estos síntomas para obtener un diagnóstico adecuado y recibir el tratamiento adecuado.

El tratamiento para la disfagia esofágica depende de la causa subyacente y puede variar desde cambios en la dieta y terapia de deglución hasta medicamentos o procedimientos quirúrgicos. Es fundamental trabajar con un equipo médico especializado para abordar esta condición y mejorar la calidad de vida del paciente.

Disfagia funcional:

La disfagia funcional es un trastorno de la deglución que no está asociado con ninguna anomalía estructural o neurológica. Se caracteriza por dificultades para tragar alimentos o líquidos, a pesar de que la anatomía y fisiología de las estructuras involucradas en la deglución son normales.

Las causas exactas de la disfagia funcional no están claras, pero se cree que pueden estar relacionadas con factores psicológicos, emocionales o comportamentales. Algunos estudios sugieren que el estrés, la ansiedad o los antecedentes de trauma pueden desempeñar un papel en el desarrollo de esta condición.

Los síntomas más comunes de la disfagia funcional incluyen sensación de obstrucción al tragar, dolor o malestar al comer o beber, tos frecuente durante las comidas y dificultad para tragar ciertos tipos de alimentos o líquidos.

El diagnóstico de la disfagia funcional generalmente se realiza mediante una evaluación clínica exhaustiva que incluye preguntas sobre los síntomas del paciente, historial médico y exploración física. En algunos casos, pueden ser necesarios estudios adicionales como una videofluoroscopia o una endoscopia.

El tratamiento para la disfagia funcional puede variar según cada caso individual. En general, se centra en técnicas y ejercicios específicos para mejorar el control muscular y la coordinación durante la deglución de la mano del logopeda. Además, es posible que se requiera terapia psicológica u orientación emocional si se identifican factores psicológicos subyacentes.

¿Qué especialistas son necesarios en la disfagia?

La disfagia es un trastorno de la deglución que puede afectar a personas de todas las edades. Para abordar adecuadamente esta condición, se requiere la intervención de varios especialistas en el campo de la salud.

Uno de los especialistas clave en el manejo de la disfagia es el médico o especialista en otorrinolaringología. Este profesional se encarga de evaluar y diagnosticar las causas subyacentes del trastorno y determinar el mejor curso de tratamiento.

Además, los logopedas desempeñan un papel fundamental en el tratamiento y rehabilitación de la disfagia. Estos profesionales están capacitados para evaluar y tratar problemas relacionados con la comunicación oral y la deglución, brindando terapia específica para mejorar la función y seguridad al comer y beber.

En algunos casos, también puede ser necesario contar con el apoyo de un nutricionista o dietista. Estos profesionales pueden ayudar a diseñar una dieta adecuada que satisfaga las necesidades nutricionales del paciente mientras se asegura una alimentación segura y sin riesgos.

Finalmente, en ciertos casos complejos o crónicos, puede ser necesario consultar a otros especialistas como gastroenterólogos, cirujanos o neurólogos para abordar aspectos específicos relacionados con la disfagia.

Logopedia y disfagia

La disfagia es un trastorno de la deglución que puede afectar a personas de todas las edades. La logopedia desempeña un papel fundamental en el diagnóstico, tratamiento y manejo de esta condición.

La logopedia es una disciplina especializada en el estudio y tratamiento de los trastornos del habla, lenguaje, voz y deglución. En el caso específico de la disfagia, los logopedas trabajan con los pacientes para mejorar su capacidad para deglutir alimentos y líquidos de manera segura y eficiente.

El objetivo principal del tratamiento logopédico en casos de disfagia es evaluar la función oral y fisiología del paciente, identificando las dificultades específicas que puedan estar afectando su capacidad para deglutir. A partir de esta evaluación, se diseñará un plan terapéutico personalizado que incluya ejercicios y técnicas específicas para fortalecer los músculos implicados en la deglución.

Los logopedas también pueden proporcionar pautas dietéticas adaptadas a las necesidades individuales del paciente. Esto puede incluir modificaciones en la textura o consistencia de los alimentos, así como recomendaciones sobre posturas adecuadas durante las comidas.

Es importante destacar que el trabajo del logopeda no solo se centra en el momento de la alimentación, sino también en mejorar la calidad de vida general del paciente. Esto implica abordar aspectos emocionales relacionados con la alimentación y brindar apoyo tanto al paciente como a sus familiares.

En resumen, la logopedia desempeña un papel crucial en el tratamiento integral de la disfagia. Los logopedas utilizan su conocimiento especializado para evaluar, tratar y mejorar la capacidad de los pacientes para tragar alimentos y líquidos, mejorando así su calidad de vida.

En el Centro de Logopedia y Psicologia ExpresaT podrás encontrar profesionales que puedan asesorarte sobre este trastorno. Además, podrás preguntar acerca del tratamiento logopédico sobre la disfagia.