Índice de contenido
Tratamiento para la hipoacusia / sordera
Métodos para la intervención en sordera e hipoacusia
¿Es lo mismo el bimodal y la lengua de signos?
Otras aplicaciones para la lengua de signos (lse) y el bimodal
Como vimos en el anterior blog sobre “Hipoacusia y Sordea” existen tipos de tratamientos atendiendo a la afección de cada paciente, ya que no todos son válidos para todos los pacientes.
Tratamiento para hipoacusia y/o sordera
Uno de los tratamientos más comunes para la sordera es el uso de dispositivos auditivos, como los audífonos. Estos dispositivos pueden amplificar los sonidos y ayudar a las personas con problemas de audición a escuchar mejor en su entorno.
Otro tratamiento para la sordera es la terapia del habla y el lenguaje dirigido por profesionales como el logopeda, que puede ayudar a las personas a desarrollar habilidades de comunicación alternativas si experimentan dificultades para hablar o entender el lenguaje.
En casos más severos de sordera, se puede considerar la opción de implantes cocleares. Estos dispositivos electrónicos pueden estimular directamente el nervio auditivo y proporcionar una mejor percepción del sonido en personas con pérdida auditiva profunda.
Es fundamental que aquellas personas que experimentan algún grado de sordera busquen ayuda profesional para determinar cuál es el tratamiento más adecuado para su situación específica. Con los avances tecnológicos y médicos actuales, existen opciones efectivas disponibles para mejorar la calidad auditiva y la calidad de vida en general.
Dentro del tratamiento podemos distinguir entre los profesionales y las distintas técnicas de intervención necesarias para estos pacientes.
Métodos para la intervención en sordera e hipoacusia
Audífonos
Los audífonos son dispositivos diseñados para ayudar a las personas con pérdida auditiva a mejorar su capacidad de escuchar y comunicarse. Están indicados para aquellas personas que experimentan dificultades para oír sonidos de manera clara y nítida, ya sea debido al envejecimiento, exposición a ruidos fuertes, problemas genéticos u otras condiciones médicas.
Es importante que aquellas personas que noten dificultades en su capacidad auditiva consulten a un especialista en salud auditiva, como un audioprotesista o un otorrinolaringólogo, para determinar si el uso de un audífono es adecuado para su situación particular. Estos profesionales pueden realizar pruebas auditivas y recomendar el tipo de audífono más apropiado según las necesidades individuales del paciente.
Por lo tanto, los audífonos están indicados para aquellas personas que presentan problemas de audición y desean mejorar su calidad de vida al poder disfrutar plenamente de los sonidos que les rodean. Siempre es recomendable buscar asesoramiento profesional antes de adquirir un audífono para garantizar que cumpla con las necesidades específicas del usuario.
Implante Coclear
El implante coclear es un dispositivo electrónico que puede proporcionar audición a personas con pérdida auditiva grave o profunda. Está indicado para aquellos que no obtienen beneficio suficiente de los audífonos convencionales.
Los candidatos ideales para un implante coclear suelen ser adultos o niños con sordera sensorioneural bilateral, es decir, una pérdida de audición en ambos oídos. También se considera para aquellos que no han obtenido mejoría significativa con el uso de audífonos.
Es importante destacar que la evaluación de un especialista en audiología y otorrinolaringología es fundamental para determinar si una persona es apta para recibir un implante coclear. Cada caso debe ser evaluado individualmente para garantizar los mejores resultados posibles en la restauración de la audición.
Lengua de Signos (LSE)
El lenguaje de signos es un sistema de comunicación visual y gestual utilizado por personas sordas o con dificultades auditivas para expresar ideas, pensamientos y emociones. Consiste en el uso de gestos manuales, movimientos faciales y corporales, así como la combinación de diferentes signos para formar palabras y frases.
Este lenguaje es fundamental para facilitar la comunicación y la inclusión de las personas con discapacidad auditiva en la sociedad. A través del lenguaje de signos, estas personas pueden interactuar plenamente con los demás, expresar sus necesidades e ideas, y participar activamente en diversas situaciones sociales.
Es importante destacar que el lenguaje de signos no es universal, ya que existen diferentes sistemas de signos utilizados en distintas regiones del mundo. Sin embargo, todos comparten el mismo objetivo: permitir una comunicación efectiva entre las personas sordas y oyentes. En España se utiliza la Lengua de Signos Española representado por las siglas LSE.

En resumen, el lenguaje de signos es una herramienta importante que contribuye a la igualdad de oportunidades y al respeto a la diversidad lingüística y cultural. Su aprendizaje y difusión son fundamentales para construir una sociedad más inclusiva y accesible para todos.
Lenguaje Bimodal
El lenguaje bimodal es una forma de comunicación que combina dos modalidades lingüísticas diferentes, generalmente el lenguaje oral y el lenguaje de señas. Esta combinación se utiliza para facilitar la comunicación entre personas sordas y oyentes, permitiendo una interacción más fluida y efectiva.
En el contexto del lenguaje bimodal, las señas complementan o sustituyen a las palabras habladas, lo que ayuda a transmitir el mensaje de manera más clara y comprensible para ambas partes. Esta forma de comunicación es fundamental para garantizar la inclusión y accesibilidad de las personas sordas en diversos ámbitos sociales.
Además, el lenguaje bimodal también se ha convertido en un área de estudio interesante para lingüistas y expertos en comunicación, ya que explora las complejidades y posibilidades de combinar diferentes modalidades lingüísticas. Su uso ha demostrado ser una herramienta valiosa para fomentar la diversidad lingüística y cultural en la sociedad actual.

Imagen obtenida de: Dossier bimodal EAT Alcalá
¿Es lo mismo el bimodal y la lengua de signos?
El lenguaje de signos y el lenguaje bimodal son dos formas de comunicación que, si bien comparten similitudes, presentan diferencias importantes.
El lenguaje de signos se basa en el uso de gestos y movimientos de las manos para transmitir mensajes, siendo utilizado principalmente por personas sordas o con discapacidad auditiva. Por otro lado, el lenguaje bimodal combina tanto el lenguaje oral como los signos, permitiendo una comunicación más completa y accesible para personas sordas que también pueden leer los labios.
El lenguaje de signos tiene una estructura determinada y específica del propio lenguaje ya que es un idioma. El bimodal, en cambio, sigue las estructuras gramaticales del lenguaje oral y, aunque algunos gestos sean similares a los de la LSE, no se trata de un idioma y, por tanto, no es un sustitutivo al lenguaje oral.
Ambas formas de comunicación son cruciales para garantizar la inclusión y la accesibilidad a la información para todas las personas. Es importante reconocer sus diferencias y ventajas para poder utilizarlas de manera efectiva en diferentes contextos.
Otras aplicaciones para la lengua de signos (lse) y el bimodal
Lenguaje bimodal en atención temprana
El lenguaje bimodal, que combina el uso de la lengua de signos y la lengua oral, ha demostrado ser una herramienta útil en el campo de la atención temprana. Al integrar ambos modos de comunicación, se facilita la interacción con niños sordos o con dificultades auditivas desde edades tempranas, permitiéndoles desarrollar habilidades lingüísticas y cognitivas de manera más efectiva.
Al utilizar el lenguaje bimodal en programas de intervención temprana, los profesionales pueden adaptarse a las necesidades individuales de cada niño, promoviendo un desarrollo integral y favoreciendo una comunicación más fluida y significativa. Esta modalidad lingüística no solo potencia la adquisición del lenguaje, sino que también fortalece la conexión emocional entre los niños y sus cuidadores o terapeutas.
En resumen, el lenguaje bimodal se presenta como una herramienta versátil y eficaz en el ámbito de la atención temprana, contribuyendo al desarrollo óptimo de habilidades comunicativas y cognitivas en niños con diversidad funcional auditiva. Su uso adecuado puede marcar una diferencia significativa en el proceso de aprendizaje y socialización de estos pequeños.
LSE en lectoescritura
El lenguaje de signos es un sistema de comunicación visual y gestual utilizado por personas sordas o con discapacidad auditiva para expresar ideas y emociones. En el ámbito de la lectoescritura, el lenguaje de signos puede ser una herramienta para facilitar la comunicación y el aprendizaje de aquellos que tienen dificultades con la lectura y escritura tradicionales.
La utilidad del lenguaje de signos en la lectoescritura radica en su capacidad para representar conceptos abstractos y complejos a través de gestos y movimientos específicos. Esto permite a las personas con dificultades en la lectura y escritura comprender mejor la información y expresarse de manera más efectiva.
Además, el lenguaje de signos puede ser una herramienta inclusiva que promueve la diversidad lingüística y cultural. Al integrar el lenguaje de signos en los procesos educativos y comunicativos, se fomenta la igualdad de oportunidades para todas las personas, independientemente de sus habilidades lingüísticas.
En resumen, el lenguaje de signos desempeña un papel fundamental en la lectoescritura al proporcionar una forma alternativa y accesible de comunicación e interacción. Su utilidad trasciende las barreras del idioma escrito, permitiendo a las personas expresarse plenamente y participar activamente en la sociedad.
En ExpresaT contamos con logopedas y psicólogos que trabajan con pacientes con hipoacusia y sordera de distintas edades desde su propio lenguaje hasta los distintos aspectos emocionales que influyen en su desarrollo.
