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El Rol de la Salvadora: Qué es y por qué surge

¿Qué es el rol de la salvadora?

El rol de la salvadora (o salvador) es un patrón de comportamiento en el que una persona siente la necesidad constante de ayudar y «salvar» a los demás, a menudo a expensas de sus propias necesidades y bienestar. Este rol se observa frecuentemente en relaciones personales y profesionales, donde la persona asume una responsabilidad excesiva por los problemas y bienestar de los demás.

¿Por qué surge el rol de la salvadora?

El rol de la salvadora puede surgir por varias razones, muchas de las cuales están profundamente arraigadas en la infancia y las experiencias tempranas:

  1. Contexto familiar disfuncional: Crecer en un entorno donde hay conflictos, abuso o negligencia puede llevar a un niño a asumir el rol de cuidador para proteger a sus hermanos o a sí mismo.
  2. Refuerzo positivo: Los comportamientos de ayuda pueden haber sido fuertemente reforzados por padres o cuidadores, quienes premiaban o mostraban afecto solo cuando el niño cumplía con las expectativas de cuidar o solucionar problemas.
  3. Baja autoestima: La necesidad de ser necesitado puede ser un mecanismo para compensar sentimientos de inseguridad o baja autoestima.
  4. Modelos de conducta: Tener padres o figuras significativas que exhibieron comportamientos de salvadores puede influir en que una persona adopte el mismo rol.

Explicación psicológica del rol de la salvadora

Desde una perspectiva psicológica, el rol de la salvadora puede entenderse a través de varias teorías y conceptos:

  1. Teoría del apego: Los niños que desarrollan un apego inseguro con sus cuidadores pueden aprender que el amor y la aceptación se ganan a través de comportamientos de cuidado y rescate.
  2. Triángulo dramático de Karpman: Este modelo describe tres roles disfuncionales en las relaciones: víctima, perseguidor y salvador. La persona en el rol de salvadora se siente validada y valiosa al rescatar a la «víctima», pero este ciclo perpetúa la dependencia y los problemas en las relaciones.
  3. Trastornos de personalidad: En algunos casos, el comportamiento de salvadora puede estar asociado con trastornos de la personalidad, como el trastorno de personalidad dependiente, donde la persona busca constante aprobación y validación a través de ayudar a los demás.

Características del rol de la salvadora

1. Necesidad de Aprobación y Validación

  • Dependencia de la aprobación externa: Los salvadores a menudo buscan validación y aprobación a través de sus acciones de ayuda, basando su autoestima en la capacidad de ser útiles a los demás.
  • Sentido de valía: Creen que su valor como persona está intrínsecamente ligado a su capacidad para ayudar y rescatar a otros.

2. Exceso de Responsabilidad

  • Asunción excesiva de responsabilidad: Toman sobre sí mismos la responsabilidad de solucionar los problemas de los demás, incluso cuando no es necesario o apropiado.
  • Incapacidad para delegar: Les resulta difícil delegar tareas o confiar en que otros manejen sus propios problemas.

3. Comportamientos Controladores

  • Necesidad de control: A menudo sienten la necesidad de controlar situaciones y personas para asegurarse de que todo salga bien y para sentirse en control de su entorno.
  • Interferencia constante: Pueden intervenir en los asuntos de los demás sin ser solicitados, creyendo que saben lo que es mejor para ellos.

4. Autonegligencia

  • Descuido de las propias necesidades: Tienden a poner las necesidades y problemas de los demás por encima de los suyos, ignorando su propio bienestar físico y emocional.
  • Sacrificio personal: Están dispuestos a hacer sacrificios significativos, a menudo innecesarios, para ayudar a otros.

5. Relación con la Autonomía de los Demás

  • Fomento de la dependencia: Al asumir constantemente el rol de salvador, pueden impedir que los demás desarrollen su propia autonomía y habilidades para resolver problemas.
  • Evitar el empoderamiento: Les cuesta permitir que otros enfrenten y superen sus propios desafíos, ya que esto podría hacer que se sientan menos necesarios.

6. Baja Autoestima y Autovaloración

  • Sentimientos de insuficiencia: Pueden experimentar sentimientos de insuficiencia y baja autoestima cuando no están en posición de ayudar a otros.
  • Identidad basada en la utilidad: Su identidad y sentido de propósito pueden estar estrechamente vinculados a su rol como salvador, lo que los hace vulnerables a la pérdida de identidad cuando no pueden cumplir con este rol.

7. Dificultad para Decir «No»

  • Incapacidad para establecer límites: Les resulta extremadamente difícil decir «no» a las peticiones de ayuda, lo que puede llevarlos a asumir demasiadas responsabilidades.
  • Miedo al rechazo: Temen ser rechazados o no ser queridos si no están disponibles para ayudar en todo momento.

8. Relación con el Triángulo Dramático de Karpman

  • Participación en dinámicas disfuncionales: A menudo se encuentran en el triángulo dramático, donde alternan entre los roles de salvador, víctima y perseguidor.
  • Ciclo de rescate: Pueden perpetuar ciclos de rescate, donde intervienen repetidamente para solucionar los mismos problemas sin permitir que se encuentren soluciones duraderas.

9. Resentimiento y Frustración

  • Sentimientos de resentimiento: Con el tiempo, pueden sentir resentimiento hacia aquellos a quienes ayudan, especialmente si sienten que sus esfuerzos no son apreciados o que son explotados.
  • Frustración acumulada: La constante presión para ayudar y resolver problemas ajenos puede llevar a la frustración y al agotamiento emocional.

10. Beneficio Secundario

  • Sentido de poder: Aunque a menudo se perciben como altruistas, los salvadores pueden obtener un sentido de poder y control al ser indispensables para otros.
  • Evitar problemas propios: Enfocarse en los problemas de los demás puede servir como una distracción de sus propios problemas y desafíos.

Consecuencias del rol de la salvadora en la vida adulta

Las personas que adoptan el rol de la salvadora pueden experimentar una serie de consecuencias negativas en su vida adulta:

  1. Agotamiento y burnout: La constante necesidad de ayudar y cuidar a los demás puede llevar a un agotamiento físico y emocional significativo.
  2. Relaciones disfuncionales: Las relaciones pueden volverse codependientes, donde la salvadora y la persona ayudada dependen mutuamente de maneras poco saludables.
  3. Falta de autocuidado: La salvadora tiende a ignorar sus propias necesidades, lo que puede resultar en problemas de salud física y mental.
  4. Baja autoestima: La persona puede desarrollar una identidad basada únicamente en su capacidad de ayudar a los demás, lo que puede erosionar su autoestima cuando no está en posición de «salvar».
  5. Resentimiento: Con el tiempo, la salvadora puede sentir resentimiento hacia aquellos a quienes ayuda si siente que sus esfuerzos no son apreciados o recompensados adecuadamente.

Conclusión

Entender el rol de la salvadora y sus orígenes es crucial para abordar los patrones de comportamiento que pueden ser perjudiciales tanto para la persona que asume este rol como para aquellos a quienes intenta ayudar. La terapia y el autoanálisis pueden ser herramientas efectivas para reconocer estos patrones y trabajar hacia relaciones más equilibradas y saludables.