Índice de contenido
Diferencias evolutivas en el aprendizaje
Tipos de estrategias de aprendizaje
Factores que influyen en la elección y eficacia de las estrategias
Las estrategias de aprendizaje pueden definirse como aquellos comportamientos que el estudiante despliega durante su proceso de aprendizaje y que, supuestamente, influyen en su proceso de codificación de la información que debe aprender (Genovard y Gotzens, 1990).
Un rasgo importante de cualquier estrategia es que está bajo el control del estudiante. A pesar de que ciertas rutinas pueden ser aprendidas hasta el punto de automatizarse, las estrategias son generalmente deliberadas, planificadas y conscientemente comprometidas en actividades. Dicho en otros términos, las estrategias de aprendizaje son procedimientos que se aplican de un modo intencional y deliberado a una tarea y que no pueden reducirse a rutinas automatizadas; es decir, son más que simples secuencias o aglomeraciones de habilidades.
Como resumen, se destacan tres rasgos fundamentales:
- Su aplicación no es automática sino controlada. Precisan planificación y control de la ejecución y están relacionadas con la metacognición o conocimiento sobre los propios procesos mentales.
- Implican un uso selectivo de los propios recursos y capacidades disponibles.
- Están constituidas de otros elementos más simples, que son las técnicas o tácticas de aprendizaje y las destrezas o habilidades.

Diferencias evolutivas en el aprendizaje.
El proceso de aprendizaje varía significativamente entre la infancia y la adolescencia debido a los cambios en el desarrollo cognitivo, emocional y social que ocurren durante estas etapas.
Según Piaget, existe una diferencia esencial entre la lógica del niño y la del adolescente:
«El niño razona acerca de la realidad misma y, en particular, acerca de los objetos tangibles, susceptibles de ser manipulados y sometidos a experiencias efectivas. Después de los 10 u 11 años, el adolescente comienza a razonar sobre lo posible, lo hipotético y lo abstracto”.
Este cambio marca el paso del pensamiento concreto al pensamiento formal, lo que permite a los adolescentes operar con conceptos complejos, establecer hipótesis, planificar con antelación y reflexionar sobre situaciones no observables directamente.
En las edades de los 12 a los 18 años, los niños crecen en la manera cómo piensan. Pasan de un pensamiento concreto a tener operaciones lógicas formales. Este tipo de pensamiento también se conoce como la elaboración de operaciones lógicas formales, las cuales tienen:
- Pensamiento abstracto, es decir, el pensamiento acerca de distintas posibilidades.
- Capacidad para considerar posibilidades y realidades, lo que puede afectar la toma de decisiones.
- Desarrollo de una visión propia del mundo.
- Uso de operaciones lógicas en las tareas escolares.
Estos cambios en el desarrollo cognitivo permiten a los adolescentes utilizar estrategias más complejas y autónomas, como la planificación, la autoevaluación o el aprendizaje autorregulado, mientras que los niños en edad escolar tienden a beneficiarse más de enfoques estructurados, visuales y concretos.
Tipos de estrategias de aprendizaje.
Las estrategias de aprendizaje se clasifican en diferentes tipos según su función en el proceso educativo. A continuación, se presentan algunas de las principales categorías:
- Estrategias cognitivas: Las estrategias cognitivas son procedimientos que el estudiante utiliza para adquirir, almacenar y recuperar información. Incluyen técnicas como la repetición, la elaboración y la organización de la información.
- Estrategias metacognitivas: Las estrategias metacognitivas implican el conocimiento y control que el estudiante tiene sobre su propio proceso de aprendizaje. Incluyen la planificación, supervisión y evaluación de las actividades de aprendizaje.
- Estrategias de manejo de recursos: Estas estrategias se refieren al control que el estudiante ejerce sobre los recursos disponibles para el aprendizaje, como el tiempo, el entorno de estudio y la búsqueda de ayuda cuando es necesario.
Estas categorías de estrategias permiten a los estudiantes abordar el aprendizaje de manera más efectiva y adaptativa, facilitando la adquisición y aplicación del conocimiento en diversas situaciones educativas.
Factores que influyen en la elección y eficacia de las estrategias.
El uso de estrategias de aprendizaje no depende únicamente de las capacidades cognitivas del estudiante. Existen múltiples factores que influyen en cómo, cuándo y con qué eficacia se utilizan estas herramientas.
Entre los factores personales, destacan el conocimiento previo, la motivación, la percepción de las expectativas del entorno, la autoeficacia y las relaciones interpersonales. También tienen un papel relevante la forma en que el alumno procesa la situación de aprendizaje y la tarea, así como el control que percibe sobre su propio proceso.
Además, el entorno familiar es clave. Un hogar donde se valora el estudio y se promueve el aprendizaje puede marcar una diferencia notable en el rendimiento académico. Por el contrario, contextos con escaso apoyo educativo o altos niveles de estrés pueden interferir negativamente en el uso eficaz de estrategias.
También existen factores internos que provienen del propio estudiante: aspectos emocionales, motivacionales y de desarrollo personal que determinan cómo se enfrenta al aprendizaje y cómo selecciona los recursos a su alcance.
A esto se suman los factores externos: las condiciones del centro educativo, el clima en el aula, la disponibilidad de recursos y el tipo de enseñanza recibida. Incluso cuestiones más amplias como la inversión económica en educación o las políticas públicas pueden influir indirectamente en el tipo de estrategias que un estudiante acaba utilizando.
En conjunto, todos estos elementos —personales y contextuales, internos y externos— configuran el marco desde el que cada alumno toma decisiones sobre su forma de aprender. Por eso, comprender estos factores es esencial para acompañar de forma efectiva a los estudiantes en el desarrollo de un aprendizaje más consciente, autónomo y adaptado a sus necesidades.
Estrategias específicas según la etapa evolutiva.
Las estrategias de aprendizaje no son iguales para todas las edades. A medida que se desarrollan las capacidades cognitivas, emocionales y sociales, los estudiantes requieren enfoques distintos. A continuación, se recogen algunas estrategias utilizadas comúnmente en la educación primaria y secundaria.
Estrategias en educación primaria:
Durante la infancia, el aprendizaje se ve favorecido por el juego, la manipulación concreta y las actividades creativas.
- Unas de las tantas herramientas o estrategias pedagógicas son el juego, las artes escénicas, la pintura y la lectura, las cuales se transforman en estrategias lúdico-pedagógicas que favorecen el desarrollo integral del niño
También es eficaz introducir el trabajo cooperativo en el aula desde edades tempranas:
- El trabajo cooperativo en el aula y en el laboratorio permite a los estudiantes aprender a escuchar al profesor y a los compañeros, defender de manera justificada las propias ideas frente a un grupo, compartir y aprovechar las habilidades y conocimientos que puede aportar cada miembro del grupo.
Estrategias en educación secundaria.
En la adolescencia, el pensamiento abstracto y la autonomía permiten introducir metodologías más complejas.
- El aprendizaje cooperativo hace referencia al aprendizaje en grupo. Es decir, cuando un estudiante no aprende solo, sino que lo hace junto al resto de sus compañeros.
A medida que el estudiante gana independencia, también puede beneficiarse de enfoques como el aprendizaje colaborativo:
- En el aprendizaje colaborativo el docente propone el tema o plantea un problema y los estudiantes deciden cómo abordar el proyecto, fomentando la autonomía y la toma de decisiones conjuntas.
Otro enfoque frecuente es el aprendizaje basado en proyectos:
- El aprendizaje basado en proyectos (ABP) es una metodología que permite a los estudiantes adquirir los conocimientos y competencias clave en el siglo XXI mediante la elaboración de proyectos que dan respuesta a problemas de la vida real.
Y también el aprendizaje basado en problemas:
- Es una estrategia de enseñanza en la que los estudiantes aprenden sobre un tema a través de la experiencia de resolver un problema abierto.
Por último, el aula invertida ofrece una forma distinta de organizar el aprendizaje:
- Es una estrategia didáctica que invierte el orden tradicional de la enseñanza, presentando los contenidos fuera del aula y utilizando el tiempo de clase para realizar actividades prácticas.
Conclusión y recomendaciones prácticas
Las estrategias de aprendizaje son herramientas fundamentales que permiten a los estudiantes mejorar su rendimiento académico y desarrollar habilidades para el aprendizaje autónomo. Estas estrategias proporcionan un marco de trabajo estructurado para adquirir, comprender, organizar y aplicar el conocimiento de manera efectiva.
Es esencial que los docentes presenten los objetivos de aprendizaje que hay que alcanzar, decidan las tareas o ejercicios que tienen que realizar los alumnos, proporcionen a los alumnos los conocimientos, técnicas y herramientas, y ayuden en el proceso de desarrollo y evaluación de las estrategias
Para implementar eficazmente estas estrategias, se recomienda:
- Fomentar la participación activa: Las estrategias de aprendizaje promueven un compromiso con el material. En vez de recibir información de manera incidental, los alumnos asumen un rol activo a través de diversas actividades y técnicas, lo que resulta en resultados más significativos y duraderos.
- Adaptar las estrategias al contexto del estudiante: La capacidad de las estrategias de adaptarse según las preferencias, fortalezas y estilos de cada estudiante es crucial. Las estrategias de aprendizaje efectivas pueden diseñarse para cumplir con necesidades individuales únicas y específicas.
- Promover la autorregulación y la metacognición: Los alumnos asumen su responsabilidad dentro del proceso de aprendizaje, establecen metas y desarrollan rutinas de estudio. Al fortalecer las habilidades de autorregulación, los alumnos se vuelven más disciplinados, organizados y proactivos en la gestión de su ámbito de estudio.
Implementar estas recomendaciones puede contribuir significativamente al desarrollo de estrategias de aprendizaje efectivas, adaptadas a las necesidades individuales de los estudiantes y al contexto educativo en el que se encuentran.
